La colitis ulcerativa es una afección en la cual el revestimiento del intestino grueso (colon) y el recto resultan inflamados. Esta es una forma de enfermedad inflamatoria intestinal (EII), que afecta en edades comprendidas entre los 15 y 30 años y entre los 50 y 70 años.
Es importante que los pacientes recurran a tratamientos guiados
por un médico, para controlar los síntomas agudos que se producen, prevenir que
se repitan y mejorar el bienestar general para asegurar la calidad de vida y
estado nutricional.
Dieta y nutrición
Existen tratamientos alimenticios que contribuyen a mejorar el
estado del organismo reduciendo los signos de la CU, ayudando al paciente a
convivir con la enfermedad, estos son:
- Reducir
el consumo de lácteos y sus derivados.
- Evitar
comidas picantes o grasosas, bebidas alcohólicas y la cafeína que pueden
empeorar los síntomas y agudizar el dolor.
- Beber
abundante líquido diariamente.
- Llevar
a cabo una alimentación de fácil digestión en la que se excluyan cuando
haya enfermedad activa (diarrea) los alimentos ricos en fibra como
cereales integrales, algunas frutas y verduras; frutos secos y alimentos
flatulentos como las legumbres. Al controlar la enfermedad se puede
retomar gradualmente una dieta balanceada.
Para recurrir a una dieta es indispensable acudir a un experto en nutrición para poder consumir los alimentos correctos tras una evaluación y mantener una alimentación favorable.
Medicamentos
De
acuerdo con el doctor Abarca un pilar fundamental dentro del tratamiento de la
enfermedad inflamatoria son los medicamentos, que se usan para inducir la
remisión y mantener en control los síntomas. Dentro de los cuales encontramos
las siguientes categorías:
Medicamentos biológicos: Son
medicamentos especiales que se usan en el tratamiento de la enfermedad moderada
a severa, su acción es ejercida sobre las moléculas que provocan o atraen los
procesos inflamatorios. Su uso está recomendado en centros con experiencia en
estos medicamentos y bajo estricta supervisión médica.
Agentes anti-inflamatorios: A
menudo es el primer paso en el tratamiento de la colitis ulcerativa que incluye
medicamentos como sulfasalazina, mesalazina, entre otros. Se debe ingerir vía
oral, como enema o supositorio, dependiendo del área del colon que esté
afectada.
Los Corticoesteroides: Son compuestos que se utilizan para luchar contra la inflamación, los más comunes son la prednisona y budesonida, generalmente se reservan para la colitis de nivel moderado a grave. Tienen importantes efectos secundarios por lo que en general no se administran a largo plazo y sólo con vigilancia médica.
Todos
los medicamentos sugeridos deben ser prescritos por un médico especialista en
la enfermedad, ya que es el único con autoridad y conocimiento para recetar lo
mejor al paciente.
Tratamiento de granulocitoaféresis
Permite absorber en una columna de aféresis las células sanguíneas
responsables de la perpetuación de la inflamación con una sesión semanal
durante cinco semanas.
Cuando
los tratamientos farmacológicos no han controlado la enfermedad o se han
producido lesiones asociadas como el adenocarcinoma se requiere extraer el
colon y el recto completos (proctocolectomía).
En la
mayoría de los casos, se realiza un procedimiento llamado anastomosis ileoanal,
donde el cirujano construye un reservorio al final del intestino delgado que se
sujeta directamente al ano, lo que permite expulsar los desechos de manera
relativamente normal.
Cuando
no es posible construir un reservorio en el intestino del paciente, en su lugar
el médico crea una abertura permanente en el abdomen (estoma ileal) por la cual
pasan las heces para luego ser recolectadas en una bolsa.
Grupos
de Apoyo
Como última alternativa está
el manejo del estrés para aliviar los síntomas en la enfermedad. Una buena
opción es acudir a grupos de apoyo social para aumentar el estado de ánimo,
también se puede hacer ejercicios leves para mejorar el funcionamiento de los
intestinos y tomar clases de yoga con el objetivo de estimular la relajación.
Lo más importante es que una vez que el paciente sea diagnosticado
debe inmediatamente ubicar a un especialista con experiencia en el manejo de la
patología y buscar centros de referencia como las clínicas de enfermedad
inflamatoria en el país, comentó Jaysoom Abarca Ruiz, gastroenterólogo del
Hospital de Especialidades Eugenio Espejo de Quito.

